Prácticamente todos hemos pasado por momentos de ansiedad, e incluso se dice que en algunos casos es buena para estimularte a lograr tus metas. El motivo es que el organismo se acostumbra a liberar cantidades anormales de sustancias al torrente sanguíneo, y a la larga esto hace que tus tejidos se resientan.

Cortisol y adrenalina: las hormonas de la ansiedad

Prácticamente todos hemos pasado por momentos de ansiedad, e incluso se dice que en algunos casos es buena para estimularte a lograr tus metas. El motivo es que el organismo se acostumbra a liberar cantidades anormales de sustancias al torrente sanguíneo, y a la larga esto hace que tus tejidos se resientan.

Cortisol y adrenalina: las hormonas de la ansiedad

En los periodos de estrés, las glándulas suprarrenales, liberan una hormona llamada cortisol

Junto con la adrenalina, que también es segregada abundantemente cuando nos estresamos, esta sustancia se encarga de hacer que los niveles de glucosa en sangre suban mucho con la finalidad de proveer de energía extra al organismo ante una situación de peligro.

  • El hecho de que nuestro cuerpo trabaje a marchas forzadas hace que nuestras células se vayan desgastando rápidamente para dar una respuesta rápida ante la urgencia.
  • Por el otro, mientras esto ocurre, se reducen otras funciones, como la digestión o la reparación de los tejidos.

El desgaste del sistema inmunológico

El sistema inmunológico es uno de los más afectados por el desvío de energía

Las defensas bajan cuando vives bajo un estrés constante

Lo anterior hace que enfermar después de una etapa de mucho trabajo no sea nada extraño: si el estado de estrés se alarga mucho en el tiempo, se multiplican las posibilidades de que ciertos microorganismos dañinos encuentren su oportunidad y se extiendan por tu cuerpo sin encontrar mucha resistencia.

QUÉ LE PASA A TU CUERPO

El exceso de adrenalina y cortisol liberados en sangre día tras día es perjudicial. Por eso muchas molestias comunes están provocadas por el estrés, entre las que destacan las siguientes:

1. Dolor de cervicales

Casi un 50% de las personas con estrés crónico sufren este síntoma. Y es que la zona cervical, cuando se vive bajo una tensión continuada, tiende a agarrotarse ante cualquier situación: una discusión, un pequeño contratiempo… También ocurre con otros músculos de la espalda. De hecho, el estrés provoca que muchas personas vivan “eternamente» contracturadas.

2. Caída del pelo

El estrés altera la absorción de oligoelementos y aminoácidos básicos y estrecha las arterias, limitando la circulación en el cuero cabelludo.

3. Problemas digestivos

A través del aparato digestivo pasan muchos nervios, por lo que este es muy sensible a cualquier trastorno emocional.

Aumenta la acidez y puede provocar diarrea o estreñimiento

El movimiento natural de los intestinos se altera cuando se está bajo tensión, lo que puede causar desde diarrea o estreñimiento.

También aumenta la acidez del estómago, porque se segrega un exceso de jugos gástricos. Por otro lado, la presión constante también hace que comas más rápido, provocando gases de forma indirecta.

4. Alteraciones del sueño

Unos niveles altos de cortisol te mantienen en un estado de alerta tal que dificultan la relajación y, por tanto, te cuesta dormirte. De hecho, el estrés está detrás del 85% de los casos de insomnio, y las mujeres de entre 40 y 49 años son las más afectadas.

Además, aunque consigas dormirte, se sabe que los nervios no dejan que el sueño sea reparador, porque impiden completar la fase REM.

5. Mayor irritabilidad

¿Tienes ganas de «morder» a la gente y sientes que necesitas hacer un gran esfuerzo para controlar tu temperamento?

Esto se debe a que el estrés constante hace que generes menos dopamina, la hormona del bienestar. En esa situación, casi cualquier contratiempo puede hacer que perdamos un poco el control.

6. Problemas en la piel

Un eccema o una urticaria también puede ser una respuesta a una situación de tensión mal controlada. Y es que el exceso de cortisol en el cuerpo estimula la liberación de histamina, que puede acabar provocando estos trastornos dermatológicos.

Además, reduce la producción de colágeno y elastina, las fibras que dan elasticidad a la piel, provocando mayor flacidez. La adrenalina también provoca que empeore el acné.

7. ¿Se te olvidan las cosas?

El cortisol que se genera con el estrés reduce la actividad del hipocampo del cerebro, el área donde se “gestionan y se consolidan los recuerdos.

Hola soy tu ansiedad

Hola soy la ansiedad, no te asustes… vengo en son de paz, por cierto, ¿por qué te asustas tanto ante mi presencia?

Digo, sé que te sientes mal cada vez que aparezco, que te desesperas y quisieras mandarme a rodar, sé que si pudieras… me matarías, sobre todo porque crees que yo soy la que te quiere matar o hacer daño, pero créeme, si no te he matado, no lo voy a hacer.

No estoy aquí para hacerte daño, mucho menos para volverte loco, creo que ya te lo he demostrado cada vez que llego a tu cuerpo, te asusto, pero al final del día… no te he matado, no te has vuelto loco.

Si pudiera, lo haría, pero esa no es mi idea.

La verdad es que aparezco y te hago sentir todo eso porque no había logrado encontrar otra manera de hacerme escuchar por ti, estabas tan ocupado tratando de ser importante, exitoso, productivo y de demostrarle a los demás que eres digno de ser querido… que no escuchabas mis pequeñas señales.

¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor de cabeza? ¿O cuando tuviste insomnio por más de 2 horas? ¿O qué tal esa vez que sin razón aparente empezaste a llorar?

Bueno, pues todas esas veces era yo tratando de que me escucharas, pero no lo hiciste, seguiste con tu ritmo de vida, seguiste con tu misma manera de pensar…

Entonces intenté algo más fuerte, hice que te temblara el ojo, que se te taparan los oídos y que te sudaran las manos… pero tampoco me quisiste escuchar.

Aunque, los dos sabemos que sentías mi presencia, es por eso que cuando te quedabas tranquilo… o era momento de estar sólo contigo mismo, en soledad… te empezabas a poner nervioso, como si algo te impidiera quedarte quieto.

Te desesperabas, porque “no entendías” con tu mente racional lo que estaba pasando, y claro, con tu mente racional no me ibas a entender.

Así es que por eso me he rendido y he decidido escribirte.

Y te felicito si estás leyendo esto, porque significa que ya tienes el valor de escucharme, y créeme, nadie mejor que yo sabe de tu gran habilidad para evitarme y salir corriendo, huyendo de mí como huirías de un monstruo.

Como esas veces que me evitas y te distraes embobándote muchas horas con la televisión, viviendo las vidas de otras personas que ni conoces para no enfrentar con la tuya que no te gusta.

O qué tal, de esas veces que con un par de copas lograbas adormecer tus nervios y tu inquietud; y ni qué decir de esas otras substancias que más allá de adormecerte, te hacen huir de esta realidad a la que no quieres enfrentar.

Pero bueno, espero que ahora estés listo para enfrentar tu realidad y escucharme por fin. Espero que estés listo para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo tal y como es, sin máscaras, sin atajos… sin pretensiones.

¡Así es que ahí van las cosas como son!

Lo único que llevo tratando de decir todo este tiempo, es que… ya es tiempo de evolucionar, necesitas hacerlo, no hay de otra.

Necesitas crear cambios muy profundos dentro de ti, pues por alguna razón, en realidad no estás disfrutando de tu vida y no te sientes pleno. Por eso yo estoy aquí, para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti, y para lograrlo, tendrás que deshacerte de lo que te impide contactarla.

Estoy aquí para ayudarte a ver precisamente qué te impide contactar con el sentido de tu vida, con tu pasión por vivir, con tu alegría y con tu verdadero ser que es tu esencia. Cada vez que yo aparezca en tu vida, será porque tú mismo no te has dado cuenta que no estás siendo pleno y feliz, así es que si vuelvo a aparecer, no te asustes… mejor agradéceme que llegué y escúchame.

Y si realmente me escuchas, no tardarás en hacer los cambios que necesitas hacer en tu vida, los harás de inmediato, claro, eso si realmente quieres sentirte bien de nuevo, todo depende de lo mucho que lo quieras. Y sé que sí quieres, pero a la vez sé que quieres seguir en tu zona de confort, en tu comodidad …. vivir con “lo conocido”, aunque eso conocido te haga daño, en el falso refrán: “mas vale malo conocido que bueno por conocer”: falso ¡!!!

Prefieres seguir buscando la aprobación y aceptación de los demás, haciendo hasta lo imposible por llamar su atención; buscando seguridad en otras personas menos en ti; prefieres que los demás sean responsables de tu persona en vez de tú mismo, y claro, te entiendo, todos quisiéramos regresar a la “barriguita” de mamá y despreocuparnos de todo.

Pero… tengo una noticia, solamente entrando a una sauna podrás acercarte a esa experiencia. Mientras tanto… necesitas asumir que eres responsable de ti y que solamente tú me podrás escuchar, y cuando me escuches y yo vea que ya me hiciste caso, créeme que me iré. Solamente tú puedes hacer que me vaya.

Y eso es algo muy importante que quiero decirte, de verdad me iré cuanto vea que estás haciendo esos cambios en tu vida, cuando vea que estás en camino a tu evolución y que estás dispuesto a crecer y recuperarte a ti mismo. Mientras no lo hagas… aquí seguiré.

En conclusión, si hoy estoy aquí, es porque me necesitas.

Necesitas de mi para modificar tu manera de interpretar tu realidad, la cual déjame decirte que está un poco distorsionada.

Necesitas deshacerte de creencias que no te ayudan y que nada más te limitan; necesitas perdonar todo ese enojo que guardas a ….., y recuperar tu libertad interior.

Y sobre todo, necesitas de mí para hacer lo que te gusta de la vida, para ser tú mismo, y perder el miedo al rechazo o abandono de los demás.

Necesitas de mí para ponerle límites a las personas que te lastiman; para que te llenes de valor y aprendas a decir que “no”; para que dejes de mendigar amor con quien no te merece; para que dejes de depender de la existencia de tu pareja para ser feliz; para que de una vez por todas…. ¡cuides tu cuerpo!, para….

¿De qué otra manera le habrías puesto atención a tu cuerpo? Digo, probablemente de muchas maneras, pero está funcionando. Necesitas darle el alimento que necesita, dejar de criticar tu físico y agradecerle por lo que te da; haz que sude y que se mueva, ten tus hormonas al día y duerme las horas que necesitas.

¿Por qué te explotas? ¿Por qué te exiges tanto? No entiendo por qué lo haces… si lo tienes todo, lo eres todo, tienes toda la capacidad que necesitas para crear tu propia realidad, pero te tratas como tu propio esclavo, eres demasiado severo contigo mismo… y estoy aquí para pedirte que simplemente dejes de hacerlo.

Así es que ya sabes… si realmente quieres que me vaya, toma el timón de ti mismo, pregúntate qué has hecho que te ha sacado de tu equilibrio interior.

Pregúntate realmente cómo quieres vivir y lucha por esa vida, es tu vida, y solamente tú puedes decidir sobre ella… si a los demás no les parece bien no es tu problema, es su opinión.

El único control que puedes tomar es el de ti mismo, pero para recuperarlo, tendrás que aceptar que lo has perdido, y que dejes que yo me exprese, que salga a decirte con todos esos síntomas tan horribles que me inventé para decirte algo muy claro, pero si me reprimes y te distraes cada vez que llego… no podré hablarte y vendré más fuerte.

Así es que la próxima vez que me sientas llegar, haz un alto, cierra los ojos… déjate sentir todo lo que te estoy diciendo, apaga tu mente racional por un momento, déjate llevar… y entiéndeme.

Después, empieza el cambio en tu vida con acciones claras y específicas, y en menos de que te des cuenta, me iré.

Espero no tener que llegar muchas veces más en tu vida, pero si lo hago… recuerda que no quiero herirte, quiero ayudarte a que recuperes tu propio camino de evolución, el camino que si lo tomas, te hará mucho mas feliz.

Y ya para terminar, ojalá que puedas verme como lo que soy: tu esencia.

Soy tú mismo gritándote con desesperación que me escuches por favor.

Así es que hola, yo soy tú, hablándote desde el fondo de tu corazón, desesperado tocándolo para que me pongas atención, lo que sientes no es taquicardia, soy yo, tu esencia, que quiere salir de ahí.

Con cariño, tu esencia disfrazada de ansiedad.

PD: La ansiedad es estar anclado al futuro, busca la causa, el origen de eso que te mueve, es un mensaje existencial y cuando lo entiendas y lo apliques se va.

Extracto de Fabiola Cuevas